martes, 19 de marzo de 2013

¿A qué huele marzo?

Marzo, para nosotros valencianos, es el mes de las fallas. El olor a pólvora y a flores inunda la ciudad (junto a los turistas). La ciudad cambia, se transforma para colocar los monumentos en las calles. Un trabajo de artesanos que dura todo un año y acaba en "la cremà" (el quemado). Después de tantos años disfrutándolas, todavía me pregunto a quién se lo ocurrió este evento tan insólito en el mundo entero.
Por eso para todos los que me siguen que no son valencianos quería compartir esta tradición.
La historia cuenta que  la víspera de San José (patrón de los carpinteros) se encendían hogueras para anunciar su festividad, recibiendo esa práctica ritual el nombre de falla.
La versión popular del origen de las fallas según el Marqués de Cruïlles, es que fueron iniciadas por el gremio de carpinteros que quemaban en la víspera del día de su patrón San José, en una hoguera purificadora, las virutas y trastos viejos sobrantes, haciendo limpieza de los talleres antes de entrar la primavera. Además, quemaban sus "parots" (estructuras de las que colgaban los candiles que les daban luz) puesto que con el fin del invierno y la llegada de la primavera, y al hacerse los días más largos, ya no eran necesarios. Según esta teoría, la inventiva popular le dio forma humana a estos parots. Esta leyenda romántica del origen de la fiesta contrasta con la documentación conservada en el Gremio de Carpinteros, que no cita la construcción de fallas en su víspera, sino la festividad religiosa del propio día 19.
Existen otros autores que intentan encontrar un origen más antiguo a la fiesta, defendiendo que el culto al fuego es un ritual de tradición pagana, como ocurre con otras festividades como San Antón, San Juan, San Miguel o la Navidad en diversos puntos de la geografía española, en donde también se queman hogueras en su víspera. Según esta teoría, las Fallas son una evolución de este arcaico ritual que anuncia la entrada de la primavera.
Las fallas, son monumentos satíricos y burlescos en los que se exponían a la vergüenza pública y se quemaban simbólicamente personas y situaciones de la calle o barrio donde se plantaba la falla.
En su construcción participaban los vecinos de cada calle.
Con la creación de los premios a las fallas más artísticas, en 1895 por Lo Rat Penat y desde 1901 por el Ayuntamiento, las fallas fueron abandonando progresivamente la sátira para centrarse en su vertiente más artística, empezando las comisiones falleras a contratar artistas y artesanos que dieron paso a la posterior especialización en la profesión del Artista Fallero.
En marzo, se plantan 385 monumentos falleros. Este año 2013, el primer premio ha sido para la falla del "Convento de Jerusalem"
peinado típico de valenciana

Falla 1er premio. Convento Jersualem

Falla 1er premio-convento jerusalem

pieza principal del monumento de la falla Na Jordana, hecho de madera

1 comentario:

  1. Yo fui una vez de pequeña en fallas, recuerdo sentir los petardos como si me explotaran dentro, y recuerdo la falla del ayuntamiento que era una mujer con sombrero que al prender, las llamas se convirtieron en su pelo, aunque con retraso, te felicito y espero que hayas tenido buenas fallas.

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